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60 DÍAS DE BOHEMIA

Hoy cumplo 60 días en Guadalajara. Estos han sido probablemente los 60 días más complejos de mi vida. Este viaje a Guadalajara era para abril, pero bueno, por razones que ya expuse en otro texto, tuve que adelantarme. Mi llegada aquí coincidió con la declaración de la cuarentena en Jalisco. Uno de los propósitos de mi viaje era poder dedicarme a sistematizar muchos de los proyectos que tenía atrasados porque mi carga laboral no me permitía escribir mucho. Ese propósito afortunadamente se ha cumplido, aunque no como yo hubiese deseado. He tenido que escribir en medio del desgano, la depresión y la incertidumbre. Proyectaba estar un mes aquí y viajar a Guanajuato o a Mérida (Yucatán), pero no fue posible.   En medio del confinamiento he logrado establecer una rutina. Me despierto a las 7 am, organizo mi habitación y hago media hora de ejercicio físico (esto último a veces me cuesta demasiado porque a estas alturas mi cuerpo no desea hacer ningún esfuerzo). Entre 8 y 9: 30 leo y organ

OTRA "PIEDRA" EN EL CAMINO

He estado desaparecida de aquí durante un año, pero hoy vuelvo con nuevas historias. En estos momentos me encuentro en Guadalajara. Decidí venir a México a tomar un receso laboral y emocional después de todo lo que significó 2019 para mí. Desde 2015 soñaba con visitar este país y el sueño se ha cumplido. Cerré el año en medio de un romance, no sé si llegó a esa categoría, lo cierto es que me encontré con un viejo amor de juventud y terminamos reinventando nuestra aventura. A él lo conocí cuando apenas tenía dieciocho años, pero en esa época yo no estaba preparada para el tipo de relación que me proponía. Ahora tampoco, pero decidí entrar ahí siendo consciente del riesgo, así como el 20 de enero decidí venir a México sin siquiera despedirme de él. Nos reencontramos en septiembre y durante cinco meses estuvimos en contacto. Al principio yo logré mantenerme muy distanciada de él porque no quería apegarme, y siento que lo logré. Me visitó en vacaciones en mi ciudad y pasamos una semana

EN MEDIO DE HOMBRES TÓXICOS Y ABUSADORES

A principios de este año, me sentía muy fuerte por haber logrado salir de esa relación tóxica, celebraba cada día el hecho de sentirme bien y experimentar paz en mi interior. No obstante, la vida me tenía preparada una lección que había quedado aplazada cuando conocí y me enamoré de Álvaro. Ya he contado en otros rastros que cuando conocí a Álvaro había estado en medio de amores furtivos. Bueno, esa etapa fue algo que yo no integré, no aprendí la lección. Por tanto, como había quedado en la página de hombres abusadores, la vida me puso de nuevo ahí, en el punto exacto donde yo había quedado en el año 2015. Estos últimos cinco meses se han acercado a mí una cantidad de hombres, pero cuando digo cantidad me refiero a muchos, muchos hombres se han acercado a mí. Unos con claras intenciones de abuso sexual, otras con extrañas intenciones de conocerme, salir conmigo o ser mis novios. A los abusadores sexuales los he alejado casi que de forma automática, me indigna todavía saber que haya

APARECE LA CRISIS DE ABSTINENCIA EMOCIONAL

Esa primera noche de soledad correspondió en el calendario con el 25 de diciembre de 2018, me acosté a eso de las 10 pm, muerta del miedo. Tenía la esperanza de dormirme pronto, me costó conciliar el sueño. No podía llorar, sentía un vacío muy fuerte. Mi habitación no tenía ventilador lo que complicó más mi insomnio. A esos de las 12 me alcancé a quedar dormida, pero a las dos horas me desperté sintiendo que me quedaba sin aire, intenté correr y abrir la puerta por la sensación de ahogo, sentí unas inmensas ganas de gritar y pedir auxilio. La angustia me duró unos tres o cinco minutos, inmediatamente me hice consciente de que nada me iba a pasar, de que esa reacción era normal y que tenía que trascenderla. Había leído mucho acerca de los síntomas de la abstinencia emocional, así que me calmé con cariño y me quedé dormida nuevamente. A las 4 am me desperté, mi mente estaba muy inquieta, pensaba y pensaba en Álvaro. No se hacía a la realidad de su ausencia. Me levanté a las 5 am, me b

LA DEPRESIÓN APARECE

A principios de julio de 2018 decidí ir de visita a casa de mis padres. Allá se me desató una profunda crisis depresiva. Me sentía muy triste sin razón aparente. Traté de explicar mi malestar pensando que mi cuerpo no se sentía bien en ese lugar y me lo estaba haciendo saber. Debo reconocer aquí que no disfruto mi estancia en casa de mis padres debido a que es un ambiente en el que siento que pierdo mi libertad, mi naturaleza. Allá todo gira en torno al pecado, el fanatismo, y esa combinación a mí no me gusta, a pesar de que nací y crecí en medio de eso, o creo que por eso misma razón es que no tolero ese mundo. Decidí volver a Valledupar luego de tres días de visita, pero antes llegué a Cartagena a hacer unos trámites en la Universidad. Esa ciudad me tenía preparada una sorpresa. De forma muy casual me encontré con un chico que había sido mi novio virtual hacía más de cinco años. No nos conocíamos personalmente, yo lo llamé para preguntarle cómo llegar a la Universidad de Ca

CUANDO CREÍ CONOCER EL VERDADERO AMOR: PARTE I

Esta es la historia más importante de todas, no porque sea una historia de amor real, sino porque fue la que me trajo a mi actual estado de consciencia emocional. En diciembre del 2015 fue a pasar unas vacaciones a las playas del Rincón del Mar (Sucre- Colombia). Esa visita me puso frente a quien sería prontamente mi esposo, un joven habitante de ese pueblo del que quedé enamorada a primera vista. En principio la atracción fue física, el color de su piel, su altura y su cuerpo lograron cautivarme. En menos de veinte días ya estaba profundamente enamorada.Empezamos a salir. Al principio todo fue para mí maravilloso, como ocurre casi siempre. Sentía que había encontrado el hombre de mi vida: me gustaba física y mentalmente, además era un excelente amante. Empezamos el noviazgo pero las primeras semanas del mes de enero yo tuve que regresarme a Bogotá. Supe que estaba enamorada cuando llegué y puse mis maletas en el piso, un vacío profundo me invadió y las lágrimas fueron inevitable

ENTRE LA SOLEDAD Y LOS AMORES FURTIVOS

Corría el año 2014. Intenté una relación con un compañero de trabajo, no logramos consolidar nada porque él siempre estaba ocupado, era un abogado frustrado que se creía el mejor de todos. Todos los días tenía un caso fundamental que resolver. Afortunadamente no me enamoré de este hombre, porque luego descubrí que sus múltiples ocupaciones tenían una única explicación: era casado. Ese año podría decir que estuve prácticamente sola, en una relación de unos dos meses que no implicó nada para mí y que no trascendió en ningún sentido. A principios del año 2015 me inscribí en unos talleres de literatura que me dieron la posibilidad de conocer nuevos amigos. Fue un espacio que me liberó de una carga emocional enorme. Sin embargo, había hombres en ese taller, esos seres eran inevitables en mi vida. Me acerqué mucho a un compañero del taller. En realidad, a dos: uno me atraía como hombre, el otro como amigo. El que me atraía como hombre era un filósofo loco, el otro era un editor que tenía