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Mostrando entradas de abril, 2019

CUANDO CREÍ CONOCER EL VERDADERO AMOR: PARTE I

Esta es la historia más importante de todas, no porque sea una historia de amor real, sino porque fue la que me trajo a mi actual estado de consciencia emocional. En diciembre del 2015 fue a pasar unas vacaciones a las playas del Rincón del Mar (Sucre- Colombia). Esa visita me puso frente a quien sería prontamente mi esposo, un joven habitante de ese pueblo del que quedé enamorada a primera vista. En principio la atracción fue física, el color de su piel, su altura y su cuerpo lograron cautivarme. En menos de veinte días ya estaba profundamente enamorada.Empezamos a salir. Al principio todo fue para mí maravilloso, como ocurre casi siempre. Sentía que había encontrado el hombre de mi vida: me gustaba física y mentalmente, además era un excelente amante. Empezamos el noviazgo pero las primeras semanas del mes de enero yo tuve que regresarme a Bogotá. Supe que estaba enamorada cuando llegué y puse mis maletas en el piso, un vacío profundo me invadió y las lágrimas fueron inevitable

ENTRE LA SOLEDAD Y LOS AMORES FURTIVOS

Corría el año 2014. Intenté una relación con un compañero de trabajo, no logramos consolidar nada porque él siempre estaba ocupado, era un abogado frustrado que se creía el mejor de todos. Todos los días tenía un caso fundamental que resolver. Afortunadamente no me enamoré de este hombre, porque luego descubrí que sus múltiples ocupaciones tenían una única explicación: era casado. Ese año podría decir que estuve prácticamente sola, en una relación de unos dos meses que no implicó nada para mí y que no trascendió en ningún sentido. A principios del año 2015 me inscribí en unos talleres de literatura que me dieron la posibilidad de conocer nuevos amigos. Fue un espacio que me liberó de una carga emocional enorme. Sin embargo, había hombres en ese taller, esos seres eran inevitables en mi vida. Me acerqué mucho a un compañero del taller. En realidad, a dos: uno me atraía como hombre, el otro como amigo. El que me atraía como hombre era un filósofo loco, el otro era un editor que tenía